A todos los cambios internos que vamos teniendo como personas, influenciadas por las cosas que nos pasan.
Es decir, cada día nos enfrentamos a diferentes situaciones vitales, que nos dan la oportunidad de adquirir nuevos aprendizajes, e ir evolucionando y mejorando como personas.
Aunque, al igual que pasa con nuestra parte física, tú decides, si atiendes a este desarrollo, o dejas que simplemente suceda.
Porque, del mismo modo que podemos influir en nuestro aspecto físico y salud para mantenernos bien por fuera, también podemos influir en nuestros pensamientos, emociones y actitudes, para mantenernos bien por dentro.
¿Cómo es eso?
Si en la parte física estamos atentas a variables como lo que comemos, cuánto dormimos, hacer ejercicio, beber agua… En la parte interna también podemos tener en cuenta ciertas variables como qué tipo de pensamientos tenemos, qué emociones se mueven en nosotras, cómo las regulamos…