¡Hola a todos! Hoy quiero compartir con vosotros una experiencia increíble que tuve ayer en el Postgrado de Educación Emocional. ¿Sabéis esa sensación de estar tan emocionado por aprender que se te pasa el tiempo volando? ¡Pues así me sentí yo!
La ponente fue Marta Ligioiz, una auténtica crack que tiene el don de hacer que hasta los temas más complejos parezcan un juego de niños. Nos sumergimos en el fascinante mundo de las emociones y cómo se cocinan en nuestro cerebro. ¡Fue como un viaje al centro de nuestra mente!
Aprendimos de cuatro grandes “chefs” de la neurociencia. Os cuento un poco sobre cada uno:
- Martin Seligman: Este señor es como el Jamie Oliver de la felicidad. Nos enseña que para ser felices necesitamos tres ingredientes:
- Pequeños momentos de alegría cada día (como reírse o dar un paseo).
- Actividades que nos hagan perder la noción del tiempo (¿os ha pasado alguna vez?).
- Sentir que lo que hacemos tiene un propósito.
- Barbara Fredrickson: Es la reina de la gratitud. Hizo un experimento súper interesante con estudiantes estresados. Les pidió que durante un mes escribieran lo que aprendían de las situaciones difíciles. ¿Y sabéis qué? ¡Cambiaron su forma de ver las cosas!
- Richard Davidson: Nos recuerda que vivir en el presente mola mucho. Y nos hace una pregunta clave: ¿Cómo te hablas a ti misma? ¿Te tratas como tratarías a tu mejor amiga?
- Carol Dweck: Nos enseña a tener una “mentalidad de crecimiento”. En lugar de decir “no puedo”, mejor decir “aún no puedo, pero puedo aprender”.
Al final del día, me quedé con una frase que mi pareja me regaló hace tiempo: “Sigue jugando a vivir”. Y es que, ¿no es la vida un constante aprendizaje?
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Os animáis a jugar a vivir conmigo?
¡Contadme en los comentarios!